VISIÓN GENERAL
El acceso a la energía limpia y la agricultura regenerativa sigue siendo un desafío urgente para las comunidades rurales y periurbanas de todo el mundo. En muchas de estas áreas, los agricultores aún dependen de combustibles costosos y contaminantes y enfrentan un acceso limitado a sistemas eficientes de gestión de residuos. Los sistemas de biodigestores convierten los desechos orgánicos en biogás utilizable y fertilizante rico en nutrientes, ofreciendo una solución práctica y descentralizada.
Sistema.bio, una empresa social global, ha hecho que esta tecnología sea accesible a través de sus sistemas de biodigestores modulares y prefabricados diseñados específicamente para pequeños y medianos agricultores. Compactos, escalables y fáciles de ensamblar, estos sistemas se entregan con todos los componentes necesarios y están operativos en pocos días. Una vez instalados, transforman el estiércol del ganado en biogás rico en metano para cocinar o calentar, y una suspensión orgánica libre de patógenos que revitaliza los suelos agotados.
Para garantizar que estos sistemas sean confiables en diversos climas y terrenos, la estructura de contención interna debe ser robusta, flexible y duradera. En 2017, Sistema.bio seleccionó a Solmax como su proveedor de geomembranas para el componente crítico del revestimiento. Las geomembranas GSE® LL de Solmax proporcionan la contención necesaria para una digestión anaeróbica efectiva y un rendimiento del sistema a largo plazo. Hoy en día, Solmax suministra revestimientos a las operaciones de fabricación de Sistema.bio tanto en México como en India, apoyando una red creciente de comunidades agrícolas que adoptan soluciones de energía limpia.
Esta colaboración se basa en una idea simple pero poderosa: utilizar materiales inteligentes para ofrecer una solución centrada en el agricultor que cambia vidas.
DESAFÍO
Sistema.bio proporciona kits de biodigestores diseñados para la máxima usabilidad e impacto. Cada unidad incluye una cámara de biodigestor flexible, tuberías compatibles con biogás y accesorios para uso inmediato en la granja. Estos kits están diseñados para ser desplegados en entornos remotos o de bajos recursos, donde la instalación debe ser eficiente y el equipo mínimo.
Debido a que la materia prima principal es el estiércol animal, el proceso de biodigestión genera presiones internas y variaciones de temperatura. Esto impone demandas específicas en el material del revestimiento. La geomembrana debe servir como una barrera de contención duradera y hermética. Debe soportar las condiciones químicas de la digestión anaeróbica y mantener la flexibilidad durante los ciclos constantes de inflación y desinflación.
Estos sistemas se instalan en diversas geografías, desde los trópicos de alta humedad hasta paisajes secos y expuestos al sol. Esto requiere que el revestimiento funcione de manera confiable bajo exposición a los rayos UV, altas temperaturas y condiciones de cimientos irregulares. El revestimiento también debe ser compatible con el proceso de producción modular y fácil de soldar y sellar en el campo, a menudo por equipos locales capacitados.
La creciente presencia de Sistema.bio en Asia, África y América Latina ha creado la necesidad de un suministro constante y oportuno de revestimientos a sus instalaciones de producción. Esto requiere un socio de materiales con logística confiable, producción escalable y la capacidad de apoyar el despliegue descentralizado a gran escala, sin comprometer los estándares técnicos o la calidad del producto.
SOLUCIÓN
La geomembrana GSE LL de Solmax fue seleccionada como el material más adecuado para cumplir con estas demandas. El revestimiento supera los estándares GRI-GM17 y ofrece alta resistencia a la tracción, elongación y resistencia a la fisuración por tensión, atributos esenciales para el rendimiento del biodigestor. Su flexibilidad mejorada le permite adaptarse a terrenos irregulares y absorber pequeños cambios en el suelo sin rasgarse ni filtrarse.
Disponible en espesores de 1.25 mm (50 mil) y 1.5 mm (60 mil), los revestimientos GSE LL se suministran en formatos de rollo y tubo pre-soldado, simplificando la fabricación y el ensamblaje en el campo. La soldabilidad del material también permite una construcción de costuras segura durante la instalación, incluso en los entornos impredecibles donde estos sistemas se despliegan con mayor frecuencia.
Para garantizar una producción ininterrumpida, Solmax coordina la entrega de revestimientos desde dos centros regionales: Tailandia para la planta de India y América del Norte para la planta de México. Este enfoque de doble fuente ayuda a Sistema.bio a mantenerse al día con la demanda global, minimizando la presión de inventario o los retrasos en el envío.
Aunque la relación no está limitada por la exclusividad, Sistema.bio actualmente obtiene todos sus revestimientos de biodigestores de Solmax. Esto es un testimonio del rendimiento del material, pero también de la capacidad de respuesta y el soporte técnico proporcionado por el equipo de Solmax. Desde asesorar sobre protocolos de instalación hasta resolver problemas en el campo, Solmax desempeña un papel silencioso pero esencial para garantizar que cada biodigestor ofrezca resultados confiables.
Una vez instalado, la geomembrana se convierte en el corazón del sistema, sellando los desechos orgánicos, capturando el gas metano y conteniendo de manera segura la suspensión hasta que pueda ser utilizada en los cultivos. Su resistencia a la perforación y capacidad de elongación la hacen adecuada para las realidades de la vida en pequeñas granjas, donde las condiciones del suelo rara vez son perfectas.
Lo que hace que esta solución sea notable es su simplicidad. Con los materiales y el diseño adecuados, un biodigestor puede ser entregado en una caja, ensamblado en unas pocas horas y comenzar a transformar los desechos en combustible y fertilizante al final de la semana.
Estos sistemas no solo están reduciendo la dependencia de la leña o los combustibles fósiles, sino que también están reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, enriqueciendo los suelos y ayudando a las familias agrícolas a construir resiliencia a largo plazo. Cada digestor significa menos tiempo recolectando leña, menos gastos en fertilizantes o gas y mejor calidad del aire en el hogar. Los agricultores obtienen un sistema de ciclo cerrado que convierte una carga diaria como el estiércol en algo útil, empoderador y ambientalmente restaurador.
La durabilidad y flexibilidad del revestimiento son lo que hace posible esta transformación. Y cuando un producto se despliega en las comunidades que más lo necesitan, la simplicidad se convierte en fortaleza.
Esto muestra cómo los geosintéticos de alto rendimiento pueden ir más allá de los sitios industriales a gran escala para servir a tecnologías pequeñas pero que cambian vidas. Cuando la ciencia de los materiales se encuentra con el propósito social, el resultado no es solo un producto, es progreso.
Imágenes cortesía de Sistema.bio, utilizadas con permiso